FAMILIAS DIVERSAS
Por Manuela Alejandra de Mazariegos
Espero no se espanten con el título, pero en realidad es importante analizar y hablar sobre la diversidad en las familias. Si los padres de unos niños mueren y ningún familiar se hace cargo de ellos, estos niños terminan en lugares de asistencia gubernamental. En Guatemala, es la Secretaría de Bienestar Social la que se encarga de ubicarlos en casas donde reciben protección.
En otras ocasiones, algún familiar se hace cargo, pero se conocen casos en los que estos familiares terminan viendo a los niños como una carga. Algunos incluso los maltratan o los obligan a trabajar, olvidando su condición de infancia y vulnerabilidad.
En ciertos casos, un hermano o hermana mayor, aún soltero, asume la responsabilidad de criarlos. Sin embargo, eso se vuelve difícil porque normalmente son jóvenes que también quieren estudiar, deben trabajar y no tienen el tiempo ni los recursos para cuidar a los menores como se debe.
¿Y por qué traigo hoy este tema? Porque está en boga nuevamente la película Lilo y Stitch, que cuenta la historia de una niña que vive con su hermana mayor. La llegada de Stitch les complica aún más la vida, pero también ayuda a Nani, la hermana de Lilo, a reconocer que necesita apoyo, aunque no sabe cómo pedirlo. Su vecina, sin dudarlo, le ofrece ayuda desde el primer momento.
Hay muchas familias que pasan por situaciones similares. También están aquellas jóvenes que, por abandono o la muerte de su pareja, deben salir adelante solas con un hijo o hija, muchas veces sin ayuda de sus padres por considerarlas «una decepción».
Y ni hablar de los niños que sufren debido a guerras, conflictos o migraciones forzadas, quedando a merced de redes de apoyo informales o de la buena voluntad de personas solidarias.
Por eso no debemos juzgar cómo están conformadas algunas familias, pues si no estamos dispuestos a ayudar y otros sí, debemos permitirlo. Lo importante es que esos niños y niñas crezcan en un entorno donde se les cuide, respete y quiera.
Es tiempo de abrir la mente y el corazón para reconocer esas familias que se van formando desde la necesidad, la empatía y la solidaridad. Familias hechas con amigos, con vecinos, con parientes lejanos e incluso con desconocidos que tienen un único propósito: tender la mano en momentos de necesidad.
Miremos Lilo y Stitch desde esa óptica. La diversidad familiar no debiera ser motivo de juicio, sino de reflexión. Porque lo que realmente define a una familia no es su estructura, sino el amor que se comparte dentro de ella. Se trata de quienes están presentes, quienes cuidan, quienes se quedan… y quienes aman.
*Imagen generada con IA


