Tarjeta roja, los errores en la comunicación
Por Manuela Alejandra Laynes
Mario Kaplun determinó que para que exista comunicación debe haber un intercambio efectivo de información entre dos o más personas. Esto me quedó totalmente claro para mí el pasado domingo, por la confusión que se da cuando no se comparten los mismos conceptos o términos.
Mi madre tiene una venta de comida en un campo de fútbol. Los árbitros o “profes”, como le dicen los muchachos que integran los equipos, le piden favor que les guarde sus informes para entregar al responsable de la liga futbolística. Este domingo no fue la excepción.
Llegó el primer “profe” e hizo su trabajo de arbitrar, llenó sus actas y las dejó. El segundo “profe” llegó, pitó su primer partido. Al terminarlo, iba a llenar sus actas y le preguntó a mi madre si el anterior árbitro le había dejado actas. Mi madre le indicó que él solamente había dejado “sus actas”, es decir las que él había utilizado para registrar su trabajo, más no formatos de Acta vacíos para llenar.
Este segundo árbitro, indicó que tuvieron que haberle dejado “actas” porque eso le había informado el encargado. Para no hacer largo el asunto, llamó y habló con el encargado pidiendo que le llevaran actas porque el anterior árbitro no las había dejado. Este término “actas” ocasionó la confusión, pues el encargado llamó al primer profe y le reclamó porque no dejó las actas, cuestión que indicó que no era cierto porque las había dejado. Pasaron un par de horas, cuando el primer profe llegó muy molestó a decir que él había dejado las actas con mi madre. Mi madre para todo esto estaba ajena a la situación. Cuando le preguntaron por qué no había entregado las actas, ella simplemente sacó las Actas llenas que había completado el primer árbitro. Hasta allí se desenreda tal situación.
Cuando yo me enteré de la situación, me puse a analizar que no hubo una comunicación eficaz, pues si la persona que pidió por teléfono las “actas” hubiese aclarado que eran los formatos vacíos para hacer el registro de su trabajo, probablemente no se habría desencadenado toda la confusión.
En ocasiones parece que estamos hablando en otro idioma, incluso aunque hablemos todos el idioma español. Tenemos algunas palabras que utilizamos de diferente manera o significado. En este caso, la definición de la palabra “acta” es:Testimonio escrito de los hechos ocurridos en cualquier circunstancia, ya sea una reunión, una asamblea o como en este caso un juego de fútbol. En la experiencia que les acabo de detallar, la palabra acta se refería al formato vacío para reportar todas las incidencias suscitadas durante el encuentro futbolístico.
Esto es un pequeño ejemplo de toda la confusión que puede producir un término, donde creemos que estamos comunicando de una manera eficaz y que la otra persona nos está entendiendo, pero resulta que no, porque muchas veces la otra persona desconoce el significado de alguna de las palabras que estamos utilizando para comunicarnos.
Pareciera algo exagerado, pero es real. En comunicación debemos tener cuidado no solo con las palabras a utilizar, sino también en los mensajes donde combinamos imagen y texto o incluso si está sumado un discurso oral.
La comprensión de las palabras permite que el mensaje quede claro en las otras personas, pues si se usan palabras muy técnicas puede suceder que alguna persona no la conozca y por esa razón no comprenda que es lo que deseábamos transmitir.
Es por eso importante que confirmemos que nuestros interlocutores comprendan las palabras que usamos al comunicarnos. Recordemos que la comunicación permite relacionarnos y estas relaciones nos pueden generar espacios donde encontremos soluciones a problemas propios o incluso de una comunidad que puede llevar beneficio a muchas personas.
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