MISCELÁNEAS DEL CEREMONIAL Y PROTOCOLO GRECIA Y SU LEGADO
Por Laura Norma Viña
1- El brindis y los banquetes
En el origen del brindis, debemos retroceder hasta la época de la antigua Grecia y a su ritual religioso de libación, donde el derrame de vino sobre el altar o la tierra, por parte de sus guerreros, significó ofrenda a los Dioses antes de la batalla, también en las ceremonias de vestimenta para la guerra o como alabanza con la esperanza de obtener salud. Alrededor del siglo IV a.C., llega un período caracterizado por una intensa rivalidad política y comercial. Durante esta época, las relaciones sociales eran fundamentales para prosperar tanto en la política como en los negocios: Grecia inicia la costumbre de los banquetes.
En la Antigua Roma, durante las festividades romanas, se acostumbraba a elevar la copa y pronunciar palabras auspiciosas o expresiones de augurio antes de beber. Este gesto se asociaba con la salud y la fortuna, y se consideraba un acto de camaradería y amistad.
La palabra «brindis» proviene del término alemán «bring dir’s», que significa «yo te lo ofrezco» o “yo te lo traigo» y tiene un papel crucial en el desarrollo del ritual. Esta expresión representaba un acto de confianza por parte del anfitrión hacia sus invitados. En los grandes banquetes, que se organizaban en honor a alguien o para celebrar eventos importantes, los criados se encargaban de servir el vino en las copas de los invitados. El anfitrión, como muestra de confianza, era el primero en levantar su copa y beber de ella. Este gesto no solo denotaba cortesía, sino que también servía para tranquilizar a los invitados, mostrando que el vino no estaba envenenado, una preocupación común en una época en la que el asesinato por envenenamiento era una táctica frecuente para eliminar rivales.
Sin embargo, si algún invitado sospechaba que su copa podría estar envenenada, recurría a una estratagema ingeniosa: proponía un choque de copas, es decir, un brindis. Durante este gesto, las copas chocaban con fuerza, mezclando el contenido de ambas. Si una de las copas estaba envenenada, el veneno se transferiría a la otra copa durante el impacto, revelando así las intenciones maliciosas del anfitrión. Este ingenioso método no solo permitía detectar posibles intentos de envenenamiento, sino que también se convertía en una muestra de camaradería y confianza entre los invitados.
Con el tiempo, esta costumbre evolucionó y se extendió a través de diferentes culturas y épocas, convirtiéndose en el brindis moderno que conocemos hoy en día, una expresión de buenos deseos y de relación armoniosa durante celebraciones y encuentros sociales.
El aporte de China
La expresión «chinchín» que acompaña el acercamiento o choque de vasos y copas durante en los brindis, no es una onomatopeya, tiene su origen en China, derivada del mandarín «ging-ging», que significa «por favor». Esta costumbre fue importada a Europa hace aproximadamente cuatrocientos años por misioneros y se extendió rápidamente por el viejo continente. La repetición de la palabra durante el brindis intensifica su significado, una práctica común en la cultura china.
La misma, se adoptó en diferentes países europeos con variaciones en la pronunciación: en Inglaterra se dice «tsing tsing», en Francia «tchin-tchin» y en Italia y España «chinchín». A pesar de las diferencias lingüísticas, todos comparten el mismo gesto al brindar. Se volvió tan popular que la Real Academia Española (RAE) reconoce «chinchín» como palabra, derivada del inglés «chin-chin», que a su vez proviene del chino «ching-ching».
Aunque en la actualidad los chinos utilizan la expresión «gan bei» al brindar, que significa «taza seca» y sugiere beber de un trago la bebida para demostrar aprecio, «chinchín» sigue siendo ampliamente utilizada en otros lugares del mundo durante los brindis.