Rendición de Cuentas: Tejiendo un Futuro de Responsabilidad
por Claudia Aravena Molina, académica y Magíster en Marketing.
En un mundo moldeado por complejos desafíos económicos, sociales y políticos, Latinoamérica emerge como un escenario en el que la necesidad imperante radica en la consolidación de instituciones transparentes y responsables. Esto no solo revitalizaría la credibilidad y la reputación de las entidades públicas y privadas, sino también restablecería la confianza de los ciudadanos en esta región del planeta.
En ese sentido la accountability, entendida como la obligación de individuos y entidades de rendir cuentas por sus acciones y decisiones, ha emergido como un concepto esencial y un pilar crucial para el mantenimiento de la confianza ciudadana en las instituciones y líderes, tanto en la esfera pública, como en la esfera privada empresarial.
La accountability, en su sentido más amplio, se refiere a la transparencia y responsabilidad en la toma de decisiones y acciones. Encapsula la noción de responsabilidad y actitud personal que cada individuo asume en el entorno laboral en relación con las acciones emprendidas y los logros alcanzados. En esencia, se refiere a la disposición de las personas a afrontar activamente los desafíos y obstáculos en el trabajo, en lugar de eludir sus responsabilidades. Cabe destacar que la accountability no se limita al ámbito individual, sino que puede y debe extenderse a la alta dirección.
La literatura académica destaca que la rendición de cuentas ejerce una gran relevancia en la promoción de la confianza, la participación ciudadana y la mejora de la gestión gubernamental y corporativa. Además, actúa como un mecanismo para reducir la corrupción, alineando los intereses de líderes con el bienestar público (Prado, 2012). Su núcleo conceptual radica en el hecho de que las entidades y actores relevantes son responsables ante aquellos que pueden verse afectados por el ejercicio o comportamiento de las organizaciones.
La aplicación exitosa de la accountability o rendición de cuentas depende de un compromiso genuino de líderes y organizaciones para fomentar la transparencia y la responsabilidad, y con ello, nutrir de credenciales reputacionales a éstas. Al contribuir con un ecosistema en el que los líderes se responsabilizan de sus acciones y decisiones, se sientan las bases para una sociedad más equitativa y sostenible en el futuro.